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Confederación Campesina Mexicana

organización agraria de México

La Confederación Campesina Mexicana fue una organización agraria fundada el 31 de mayo de 1933 en San Luis Potosí, a partir de una convención de las ligas de las comunidades agrarias de los estados de Tamaulipas, Michoacán, San Luis Potosí y Chihuahua, a las que se unirían poco después otras agrupaciones.[1]​ La creación de la entidad, impulsada por Graciano Sánchez y Emilio Portes Gil entre otros, tuvo como objetivo apoyar la candidatura de Lázaro Cárdenas a la presidencia de la república. Una vez logrado este objetivo, el compromiso de Cárdenas y los líderes agraristas con la mejora en las condiciones de vida de los campesinos permitieron llevar adelante la distribución de tierras y el fortalecimiento del sistema de ejidos.[2]​ De carácter fuertemente político y con la determinación de retomar la ideología y acciones de la Revolución Mexicana, la primera conducción de la entidad estuvo formada por Graciano Sánchez y Emilio Portes Gil, ambos impulsores de la entidad, a quienes acompañaron Vicente Salgado, Marte R. Gómez, León García, Enrique Flores Magón y Trinidad García .[1]​ La Confederación Campesina Mexicana fue el antecedente inmediato de la Confederación Nacional Campesina.[3]

Retrato de Graciano Sánchez, líder agrarista y principal impulsor de la Confederación Campesina Mexicana Ca. 1918[4]

Razones y objetivos

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La repartición de tierras fue uno de los temas que se incorporaron a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. El artículo 27 estableció que las “tierras y aguas comprendidas dentro del territorio nacional, corresponde a la nación” de tal manera, el gobierno podía distribuir los latifundios, y fomentar el desarrollo de la pequeña propiedad, la creación de nuevos centro ejidatarios, por lo que las comunidades indígenas y campesinas ejercerán su derecho de propiedad sobre sus tierras.

A pesar de diferentes propuestas entre los años de 1915 y 1934, sólo se repartieron alrededor de 11 millones de hectáreas. Sin embargo, la situación cambió cuando Lázaro Cárdenas asumió la presidencia en 1934. Llevando entre los años de 1936-1938 a distribuir 18 millones de hectáreas, por lo que las demandas campesinas disminuyeron al restituir sus tierras[5]​.

El siguiente paso era conglomerar a los líderes campesinos para escuchar sus propuestas y proyectos para el desarrollo de sus comunidades. El 9 de julio de 1935, Cárdenas expidió un decreto para que el PNR organizara una liga de comunidades agrarias en cada estado, para después elaborar una central campesina a nivel nacional. Para lograr este fin, el PNR integró el Comité Organizador de la Unificación Campesina, bajo la dirección de Emilio Portes Gil.

Referencias

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  1. a b Doralicia Carmona Dávila. «Se funda la Confederación Campesina Mexicana». Memoria Política de México. 
  2. Elisa Servín (Julio-diciembre de 2011). «A golpes de autoritarismo: la Unión de Federaciones Campesinas de México, un intento fallido de organización rural independiente». Historia y grafía (37). México. ISSN 1405-0927. 
  3. Armando Bartra (2003). «De rústicas revueltas: Añoranza y utopía en el México rural». En John D. Vargas Vega, ed. Proceso agrario en Bolivia y América Latina. Bolivia: Plural. pp. 235-236. ISBN 99905-75-30-4. 
  4. «Graciano Sánchez, líder agrarista.». 
  5. Ros Bosch, Jaime (2010). Desarrollo y crecimiento en la economía mexicana. FCE - Fondo de Cultura Económica. ISBN 978-607-16-5868-5. OCLC 1100018297. Consultado el 23 de septiembre de 2022.