Régine Crespin
Régine Crespin (23 de febrero de 1927 – 5 de julio de 2007) a menudo es considerada la única gran soprano dramatica aparecida en Francia desde la Segunda Guerra Mundial y la indiscutible sucesora de la legendaria Germaine Lubin (1890-1979).
Sus medios generosos, deslumbrante sonoridad e incomparable exquisitez en la enunciación e intención del texto la colocan en un lugar de privilegio entre las mas notables del siglo XX. Se destacó principalmente en el repertorio wagneriano, en la revalorizacion del repertorio francés y las épicas de Berlioz con exitosas incursiones en el repertorio spinto italiano como Tosca (Puccini), Santuzza (Cavalleria Rusticana), La Gioconda (Ponchielli) y en heroínas de Verdi (Amelia, Aida, Leonora y Desdémona en Otello).
En su temprana madurez hizo la transición al repertorio de mezzosoprano obteniendo sucesos como Carmen, en operetas de Offenbach (La gran duquesa de Gerolstein, La perichole y La belle Helene) y en roles de carácter que requerían dotes histriónicas de envergadura ( The Medium de Menotti, Madame de Croissy de Dialogues de Carmélites de Poulenc y la Condesa de La dama de picas de Chaicovski).
Nació en Marsella. La familia se trasladó a Nimes cuando tenía cinco años, las privaciones de la Segunda Guerra Mundial y el alcoholismo de su madre afectaron su infancia. Inició sus estudios musicales al fracasar el examen para obtener su Baccalauréat. Su padre le permitió estudiar en el Conservatorio de Paris donde recibió lecciones de Georges Jouatte y Paul Cabanel. En 1950 debutó en Mulhouse como Elsa de Lohengrin. Sus primeros años profesionales transcurrieron en casa de ópera de las provincias francesas, allí cantó La Tosca de Puccini - en francés - Margarita de Faust, Aida, Fiordiligi, la Condesa de Las bodas de Fígaro, Donna Anna de Don Giovanni, Marina de Boris Godunov y su favorita Penélope de Fauré que llevó a Paris en 1956.
El éxito internacional llegó en 1958 cuando Wieland Wagner, el nieto del compositor y revolucionario director escénico, la eligió para Kundry en Parsifal en el Festival de Bayreuth. Se casó con el linguista Lou Brouder que la había entrenado en idioma alemán para ese papel. En Bayreuth y otros teatros desarrolló una memorable carrera wagneriana en los papeles de jóven-dramática como Senta (Der fliegende Holländer), Elisabeth (Tannhäuser), Elsa (Lohengrin) y como esplendorosa Siglinda en Die Walküre. El año siguiente interpretó la Mariscala en el Festival de Glyndebourne junto al caballero de la rosa de Elisabeth Söderström.
En 1961 conquistó al público del Teatro Colón de Buenos Aires como Kundry de Parsifal y la Mariscala de Richard Strauss. Favorita de la audiencia porteña retornó en 1962 como Tosca y Penélope de Fauré, en 1964 en la doble asignación de Casandra y Dido de la monumental Les Troyens de Berlioz y como Ifigenia en Iphigenie in Tauride de Gluck; en 1965 como Charlotte de Werther de Massenet, nuevamente Tosca y Marguerite en La condenación de Fausto de Berlioz. En 1969 volvió para cantar Kundry y en 1976 Carmen.
En 1962, también como la Mariscala de Der Rosenkavalier repitió el éxito en su debut en el Metropolitan Opera de New York dirigida por Lotte Lehmann, la Mariscala preferida de Strauss que la nombro su sucesora. En el MET cantó Amelia, Senta, Elsa, Kundry, Charlotte, Tosca, Carmen y en 1967 como Sieglinde en Die Walküre dirigida por Herbert von Karajan con Birgit Nilsson como Brunilda. En 1977 dominó el estreno - en inglés - de Dialogues de Carmélites de Poulenc como la anciana priora, Madame de Croissy, papel con el que se despidió de la audiencia metropolitana en 1987. En 1957, Crespin había participado en el estreno francés de la ópera de Poulenc quien compuso el rol de la nueva priora, Madame Lidoine, para la ella.
Otros teatros importantes durante su trayectoria fueron la Ópera Lírica de Chicago (donde hizo su debut americano), la San Francisco Opera, la Ópera Estatal de Viena, la Ópera Alemana de Berlín, el Festival de Glyndebourne, el Festival de Salzburgo y finalmente la Ópera de París con la que siempre mantuvo tirantes relaciones. En La Scala cantó Fedra de Ildebrando Pizzetti, en Covent Garden Senta y Fidelio y en el Festival de Aix-en-Provence una recordada Ariadne auf Naxos.
Su más representativo legado discográfico son las antológicas Les nuits d'été - en especial El espectro de la rosa - de Berlioz y Shéhérazade de Ravel dirigido por Ernest Ansermet con la Suisse Romande Orchestre en 1963. Grabó Sieglinde para la primera integral en estéreo de Der Ring des Nibelungen bajo la batuta de Georg Solti y posteriormente una formidable y femenina Brünnhilde en Die Walküre para Herbert von Karajan con la Filarmónica de Berlín. Las extenuantes representaciones posteriores en este papel en Nueva York y el Festival de Pascua de Salzburg se mencionan como probables causas del comienzo de su declinación vocal. En 1969 grabó su celebrada Mariscala para el registro completo bajo las órdenes de Georg Solti. No obstante, es un disco de extractos de 1965 dirigido por Silvio Varviso el mejor ejemplo de su Mariscala sólo equiparable a la de Elisabeth Schwarzkopf.
Otros registros son las Canciones de Mathilde Wesendonck deWagner, escenas de Les Troyens de Berlioz, Lieder de Schumann, melodías de Fauré, Debussy, Joseph Canteloube, Roussel, Satie, Ravel, Poulenc, Schubert y en la segunda fase de su carrera, Carmen y operetas de Offenbach en el álbum Prima Donna en París.
Se divorcio de Lou Bruder en 1969, no tuvieron hijos. En 1989, se retiró del escenario pero continuó enseñando en el Conservatorio de Paris y en Masterclasses en San Francisco y Nueva York.
En 1982 publicó su autobiografía La vie et l'amour d'une femme (en inglés On Stage, Off Stage: A Memoire) donde valientemente narra su vida profesional y privada y su lucha contra el cáncer que en julio de 2007 provocó su fallecimiento.
Fue condecorada con la Orden de las Artes y las Letras de la legión de honor del gobierno francés y Georges Delbard creó un rosa que lleva su nombre.
Régine Crespin está enterrada en la sección 87 del cementerio de Père-Lachaise de París.